Para realizar el diagnóstico de dicho trastorno, debemos confirmar la existencia de obsesiones y/o compulsiones, las cuales describimos a continuación:
Obsesiones: Ideas o pensamientos que aparecen de forma invasiva y que no provienen del exterior, sino que son producto de la propia mente. El sujeto intenta suprimir o ignorar estas imágenes sin éxito.
Compulsiones: Conductas repetitivas, que se efectúan como respuesta a la obsesión y que sigue determinadas reglas propias. Estas conductas están diseñadas para neutralizar o impedir el malestar.
Es importante destacar que el individuo reconoce que esta conducta es excesiva o irrazonable.
Pero la valoración final, se basará en determinar la incapacidad que produce dicho tratorno en el individuo, afectando a su día a día.